sábado, 1 de diciembre de 2012

PAPILLÓN MATÓ A PAPILLÓN - Escribe César Calvo

Henri Charriere Papillón y César Calvo en Teatro de Caracas


UNO

Maryaedith García Fuentes me dice que no puede terminar de leerlo y que no importa porque intuye que el tal Henri Charriere es un farsante y en eso palidece, allí está justamente, se sonroja , menos mal que las coincidencias no existen dice, y periodista al fin, cimbreante al fin , sé que no lo conoce ni en pelea de perros , pero es de noche y estamos en el teatro mas cursi de Caracas y entonces ella se le acerca con aires de llanura, ríe, le dice cosas , lo trae, me lo presenta . Y él también se incomoda , más que la cortesía el desconcierto tasajea un saludo , una semisonrisa que pronto cicatriza en lo alto de su facha como de árbol de cuero , Yo hubiera querido nacer en el Perú , me dice, que suerte tiene Usted , además de peruano ser poeta y además de poeta periodista , y desde el fondo de su soleada corteza me escudriñan dos dardos , y al final es lo mismo , dice uno de los surcos de su cara , poeta y periodista, arriba un sombrerito de corduroy canela , porque el periodista es un escritor de lo efímero , abajo una chalina de lana color perla desmedida , y el escritor es el periodista de lo que permanece. ¿ No es así ?

DOS

Esa noche yo estuve , doblemente , en platea , y pese a ser mas ojos escuchándolo que oídos observándolo , hasta hoy desconozco las probables canciones que desde el escenario enriquecieron al ya enriquecido y/o enriquecedor Festival de Onda Nueva.

A la tarde siguiente fue igual , pero mejor , en casa de Charriere . Y a la siguiente, igual , y aún mejor , pues fui con Eva Lewitus y Eva fue con su máquina de anualizar momentos , y Papillón y yo , mientras hablábamos , pasamos varias horas levitando , es decir "lewitando" ante la innumerable mirada de la cámara fotomágica de Eva.

He reunido aquí algunos instantes de esa conversación que nos obsequió Henri Charriere . La pena de su muerte me impelió inicialmente a esconder la entrevista que le hicimos entonces y que ya entonces titulé PAPILLÓN MATÓ A PAPILLÓN.

Solo unos avances de la misma fueron acogidos por la Revista Amazónica Proceso que dirige con tanta terquedad como talento , el poeta Javier Dávila Durand . Puede decirse pues que a "La Prensa" toca hoy plenamente difundir estas notas que nunca imaginaron atesorar la última entrevista concedida por Charriere.

Aquí están sus respuestas a mis pobres preguntas . Aquí están sus palabras revelando la encantada , violenta , tierna hoja de fuego que fue en verdad el alma de ese sólido presidiario conocido universalmente como Papillón , pues tal fue su "alias" en el mundo de la delincuencia. O, para bien decir : en uno de los mundos de nuestra rebeldía.

Henri Charriere y César Calvo en su Sala - Biblioteca

TRES

Dice que está cansado de su voz , que por eso ya no escribe , es preferible hablar 
Casi de un solo paso atravesamos este su comedor que sabe a humo de pipa y Biblioteca , y a transparencia de hálito de frituras recientes, para reintegrarnos al silencio del centro del mundo.
Del centro del mundo de Papillón , y también Biblioteca : la diminuta sala de su departamento.

La tarde caraqueña se adivina a lo lejos un tertuliar de noche , de grillos en la noche , abajo , en las veredas , tras un olor a pino y a luz cálida . Papillón no se apura en las palabras , habla con hambre lenta , con cuidado , igual si siguiera masticando , jurando que en las manos de su mujer se hace poesía la carne mechada con caraotas , inclinado al plato, sin parecer francés , aunque algunas veces, confiesa , piensa en Gustave Flaubert.

Pero sobre todos los héroes prefiere los de Homero. Oui , perdón ...si : vivían de una manera mas integra mas noble , mas intensa que nosotros. ¿ No te parece así ? . Y yo le hablo del Ché y Papillón me dice que sí , que por supuesto , que lo admira , y luego hace un silencio como si se alejara y luego vuelve los ojos al escritorio ya sin remordimiento y luego :
- En el fondo , en el fondo , pienso que yo solamente he venido a mirar . A vivir lo que miro, a escribir lo que miro . Si ... Una especie de confidente ....
- ¿ Puedo hacerte preguntas Papillón ?
- ¿ Otras mas ? ...Las que tú quieras , pero que duren poco, eso sí , para poder hablar de otras cosas ...

CUATRO

- ¿ La Soledad ? _ comienzo
- Creo, mi amigo , que la soledad consiste en no encontrar nunca a los demás cuando se los necesita , cuando mas se les necesita y en el preciso momento en que se les necesita . Creo que esto es la soledad ... Fíjate.Yo hubiera querido solo ser solamente un hombre bueno . Y mira en lo que he terminado : soy solamente un hombre bueno . Y todo por culpa de la soledad.
-¿ Y que cosa es ser un hombre bueno ? ...
Y sus ojos fulguran rasguñando diría que una burla :
-Un hombre bueno no es una cosa hermano mío ...
Y ríe .

Papillón y César Calvo meditan

-Es algo mas que una cosa ...
Y como si en sus palabras recuperase la cara :
-Un hombre bueno es un tipo que puede mirarse en el espejo , todos los días, al afeitarse , y sin bajar los ojos . Todos los días mirándose al espejo , sin bajar la mirada . Eso es ser un hombre bueno a fin de cuentas ...

Y Papillón mas tarde , y con mas nitidez , hace de la entrevista un duro juego , un deslumbrante juego que no olvido .
Y así se lo digo , se lo voy a decir y antes de terminar de hablar él me adivina :
-Sí, es el tipo de juegos al que me acostumbró mi padre , el padre que yo hubiera querido tener . Le gustaban mucho los juegos de palabras . Decía que el ajedrez era como la vida , una frase que nunca termina . Porque o ganas o pierdes , y el triunfo y la derrota son siempre un comienzo , jamás un termino ...

Acaso contagiada por su esposo , aquel nuestro gran músico judío Eva Lewitus se inclina hacia su máquina fotográfica con pasión y con dedos de concierto , y la máquina suena , suena , suena ... Papillón , cuello estirado mas que estirado , tenso , se inquieta y se acomoda sobre los codos , sus ojos van a Eva , se fijan en la máquina que insiste , parece que quisieran detenerla , acallarla , instrumento no de aire sino de luz , no mana melodías sino que sorbe imágenes , bebe músicas mudas . Papillón las escucha y muerde mas la pipa , regresa a mí , gira hacia el otro lado , detrás de su escritorio , y mas y mas nervioso todavía parte al fin una brizna de tabaco entre los dientes y la escupe hacia la luz de la ventana que viene de Caracas . Parece que se calma , torna a hablar .
Y Eva Lewitus aprovecha el reposo de la luz sobre el perfil alerta de Papillón . No se muevan tanto , dice , mis fotos no son impúdicas . Y Papillón : -Ya lo estás viendo , César . Tarde o temprano nos llega la hora , sobre todo en nuestro caso , que nacimos tan bien modelados .



César Calvo con el anillo de arcilla ...


Y reimos los tres . Y Papillón repara entonces en el anillo que verdea en el índice de mi izquierda. Bien hermoso, de arcilla , ¿No...? Si... Si...

Y sin quitar los ojos del círculo de tierra que me obsequió Josefina Alvarez :
-Esas cosas no debieran usarse ...
-¿ Porque no, si son bellas...? - me sorprendo .

Y Papillón, ya no recuerdo bien , creo que sonriendo , como yéndose lejos :
-Porque suelen romperse con mas apuro que el amor, 
con mas crueldad que la niñez, suelen romperse , mi hermano ...

CINCO

-¿ Cómo empleas tu tiempo ?
-No siendo rico.
-¿ Cómo así ?.
-Lo gasto todo pronto y soy pobre otra vez , como siempre . Quiero decir que evito poseer cosas , evito tenerlas guardadas . ¿ Me entiendes ?...
Y contemplando en círculo :
-Ya tu ves mi casita, este departamento , pequeño , pequeño y cómodo , sin lujos , sin desbordes ...
Y recogiendo sin premura , contento sus miradas :
-Mi casita, mis libros , ediciones en todos los idiomas , mis papeles , este disco con temas para niños que escribí hace algunos meses , ya se editó en Paris ,¿ Tú lo escuchaste ayer ?, y nada mas ...


Henri Charriere enseña a César Calvo su Disco para niños

Y apretando los párpados , risueño :
-Ah , sí , siempre un poco de whisky , tal como estás viendo ...
-No como lo estoy viendo , como lo estoy bebiendo .
Y Papillón extrae una gran carcajada , corta el aire , niño de nuevo, siempre , y señala la cicatriz en mi mejilla derecha , aplaudiendo y riendo , Papillón . Y yo tomo entonces su sombrero y me corono y Eva Lewitus clic , tras de la máquina dice que Papillón parece el poeta peruano , clic , y yo el fugitivo francés .
Y reímos otra vez viendo , bebiendo .

César Calvo coronado

-No , no creo en los partidos políticos - dice un poco mas lejos y mas tarde , mirando las gentes que caminan allá abajo , ínfimas , al pie del edificio - . Todos los partidos utilizan al hombre como si fuera una pequeña cosa , un pequeño muñeco , una pieza de ajedrez ... y el hombre es .... Y con ojos y labios que rastrean el aire :
-Las palabras son demasiado poco . Las palabras carecen de acción , no siempre , claro . Carecen de imagen . No sé como explicártelo ... Y volviendo los ojos a su cara, a mi cara , con la mirada rebosante , grávida , como una red cargada :
-¿ Ya lo ves ? Las palabras son demasiado poco , hasta para nombrar palabras son demasiado poco ... Las palabras , mi hermano , nunca lo dirán todo ...
Y va garabateando , mientras habla, una hoja de su cuaderno , y el gráfico inconsciente es mucho mas fiel que las palabras , las palabras que callan , como él dice , y yo le pido que me obsequie la hoja borroneada , graficada , tatuada , y que me la dedique a unos amigos admiradores suyos , los Sarmiento Morey .

Papillón y César Calvo


Y luego vuelta a hablar de los partidos , los deshumanizados , así dice , y voy a discutir pero me aguanto , le acepto su razón , sus mil razones , y voy haciendo mío su desdén por "las oligarquías partidarias" y justo en este instante compruebo que mi anillo de arcilla se acaba de romper , la pobre , verde , al presionar el vidrio que cubre el escritorio . Y Papillón ni un gesto , hace como que no , no ha visto nada , y sus ojos le salen por la ventana , extrañamente brillando ...

SEIS

-¿ Que es para ti Venezuela ?
-La incertidumbre, un océano ...
Y mira , sonriendo fuerte , hacia la Avenida Francisco de Miranda , que pasa aturdida de gentes y de carros.

Avenida Francisco de Miranda

-Venezuela es mi cielo , Venezuela es mi infierno , oui ...
Y una vez mas a la ventana a contemplar aquel olor horrible que alzan los autobuses , y a pesar del supuesto desarrollo , las carnes fritas y las arepas .
-Seguramente allá por Altamira , seguramente una pareja se abraza bajo un árbol y probablemente esa pareja no necesita de tantas y de tantas palabras .Seguro que a pesar de las mareas humanas , a pesar de la explosión de las mareas humanas , esa pareja no se ha olvidado de suspirar ...
Y dice que se pasa la vida espiando el movimiento de los planetas :
-La Luna hermano mío .miro y miro la Luna . Seguramente para no mirar esto ,para no mirar abajo ,. La Luna para vivir ...
-¿ Para vivir ?
-Claro que sí . Oyeme bien : voy a confiarte mi ideal , mi verdadero ideal para vivir ...Una ciudad . Porque desgraciadamente ya me han vuelto un animal de ciudad . Pero distinta , bien distinta ...Mi ideal seria una ciudad sin policías en las esquinas . Porque el tiempo perdido lo es para todo el mundo , nadie lo encuentra . Por eso sueño con una ciudad donde no haya comerciantes en las esquinas ni iglesias en las esquinas ...En fin una ciudad donde no haya esquinas, ¿No?...
-¿ Y existe esa ciudad ? ...
-Nos la han robado , pero existe .
Y vuelve a reir pero con menos convicción. Y alza la voz para descubrir que ese si sería un buen tema para algún novelista .


Papillón y César Calvo dialogan



¿ Y que es escribir ?...
-Escribir es como organizar un infierno propio con nuestras queridas manos , ¿verdad ?... Escribir,creo , es preparar el incendio , la hoguera , la llama donde nos consumiremos a solas, oui ...

-¿ Y el amor, Papillón ?...
-Trés facil , trés dificil ...La gran arteria de la vida ...

Y escapando sin pudor :
-¡ Y no me vayas a preguntar acerca de mi libro , y nada acerca del Papillón que estuvo preso en Cayenna ...!

-Bueno pues, Papillón , ¿Qué es del Papillón que estuvo preso en Cayenna ?
Carcajadas. Y entre ellas :
-Ese Papillón ha muerto- dice Papillón-

-............................................

-Sí, ha muerto, lo mató Papillón - dice Papillón.

Y hacemos un silencio.

Hicimos un silencio.

Un minuto de silencio que ya dura varios años.

César Calvo

------------------------------------------------------------------------------
Gracias a la colaboración de la gran Fotógrafa Eva Lewitus y del Dr David Arce
------------------------------------------------------------------------------

Edita Dr Guillermo Calvo Soriano



No hay comentarios:

Publicar un comentario